NO AL TRIBUTO METROPOLITANO

TRANSPORTE PÚBLICO GRATUITO

En el mes de octubre de 2019 a los vecinos de 18 municipios (Pallejà, Badia del Vallés, Sant Vicenç dels Horts, Sant Cugat del Vallés, Torrelles de Llobregat, Barberá del Vallés, Molins de Rei, Corbera de Llobregat, El Papiol, Cervelló, La Palma de Cervelló, Begues, Sant Andreu de la Barca, Sant Climent de Llobregat, Cerdanyola del Vallès, Ripollet, Santa Coloma de Cervellò y Badia del Vallès, les llegó por sorpresa el pago de un nuevo tributo impuesto por el Área Metropolitana de Barcelona. La excusa ha sido la rebaja de la zona 2 a la zona 1 en el transporte. Este Tributo se aprobó el 16 de octubre de 2018, y se empezó a aplicar a finales de 2019, con el apoyo de los grupos de PSC, ERC y los Comunes, que ha llevado a los ciudadanos, sorprendidos por esta inicua decisión, a participar en múltiples protestas, manifestaciones y concentraciones ante los ayuntamientos, la presentación de miles de recursos contra el Tributo, y otras acciones. Algunos ayuntamientos han mostrado su solidaridad con los ciudadanos, pero no han tomado decisiones en contra. Solo el ayuntamiento de Barberá del Vallés, en un estudiado recurso, se ha opuesto, y ha solicitado a los Tribunales la nulidad de este Tributo aberrante. Algún jurista ha calificado el Tributo como ilegal y de plena nulidad.

Solo en Pallejà los vecinos han presentado más de 1.500 recursos; en otros pueblos se han hecho concentraciones ante los ayuntamientos e igualmente se ha recurrido el Tributo. A fecha de hoy, aún no han resuelto.

El AMB, ante las protestas, ha desplazado a los municipios afectados a una serie de empleados (con un buen sueldo), para intentar convencer de las bonanzas del Tributo, atribuyéndole unos supuestos servicios (que presta el AMB), como transporte, gestión de residuos, parques y jardines, zonas deportivas y otros servicios. Para colmo, la AMB ni siquiera ha presentado un proyecto justificativo del destino del dinero recaudado.

Hay que tener en cuenta que los 18 municipios ya venían contribuyendo anualmente a los gastos del AMB en función a los habitantes de cada pueblo, por lo que el Tributo supone una doble imposición, prohibida en nuestra legislación vigente. Este Tributo supone pagar dos veces (una el ayuntamiento y otra el ciudadano) por los mismos supuestos servicios.

Este Tributo adolece de los requisitos más elementales para su creación, Entre otros:

-La transparencia: ha sido ocultada la fecha de su aplicación y, sobre todo, el destino final del dinero recaudado.

La información: no se ha informado a los ciudadanos afectados para que pudieran presentar las pertinentes alegaciones y recursos.

La participación ciudadana: no se ha llevado a información pública y no han participado los afectados por el Tributo, todo a escondidas.

Además, este Tributo es:

Discriminatorio. Solo pagan los propietarios de las viviendas, locales, terrenos, aparcamientos, etc. sin tener en cuento los ingresos actuales de esos propietarios, pensionistas, viudos/as, discapacitados, etc. Los que no son propietarios no pagan.

Desproporcionado. No se han tenido en cuenta servicios que tienen otras poblaciones como Barcelona, L´Hospitalet, Badalona, Sant Boi, tales como: Metro, Ferrocarriles, Tranvía, taxis o autobuses: igualan en la cuota, pero no en los servicios que debe ofrecer el AMB, antes de enviar el recibo.

Abusivo. No actualizan ni implantan las tarjetas T-4, T-Rosa, las cuales han dejado para más adelante. En otras ciudades del Área Metropolitana se las han proporcionado (Barcelona, L’Hospitalet, Badalona, Sant Boi, etc). Te piden que pagues pero sin los beneficios de otros pueblos y ciudades.

Tramposo.El Tributo fue aprobado en octubre de 2018, nada se dijo porque venían las elecciones de noviembre y empezó a aplicarse a finales de 2019. Se ocultó la imposición del tributo por motivos electorales.

Engañoso. El Tributo es simplemente para compensar el cambio de tarifas de la zona 2 a la zona 1, el engaño está en que se pretende justificar con la prestación de unos servicios que solo están en la imaginación de los políticos, ya que no se ha presentado proyecto alguno: ni planes ni nada que se le parezca. Tampoco cuentan la recaudación que supone el cambio de tarifas y el beneficio de que se utilice el transporte público por más personas.

Es un impuesto sobre el transporte. La única prestación que proporciona el AMB es el transporte. A no ser que incluya los salarios de los 52 políticos puestos a dedo.

Desigualdad de trato. Al aplicarse sobre el IBI y conociendo que cada ayuntamiento ha revisado el valor catastral en años diferentes, se incurre en una desigualdad de trato en el cobro del impuesto.

La finalidad única de este Tributo es la movilidad, o sea el transporte, ya que los demás servicios, o se pagan con otro tributo (gestión de residuos) o con el pago del servicio que, en muchos casos, se ha privatizado (piscinas y zonas deportivas).

Si la finalidad es la movilidad, y el transporte no se ha mejorado, ¿para qué quieren tanto dinero?. Sencillamente, para pagar a los cargos puestos a dedo, o más bien DEDAZO. La AMB tiene en nómina a 52 cargos de asesores puestos como se sabe a DEDO. La mayoría de estos cargos son residuos de alcaldes y concejales de ayuntamientos, que en la empresa privada no encontrarían trabajo, y hay que colocarlos por los servicios prestados al partido, no a los ciudadanos.

La rebaja de la zona dos a la zona uno ha sido la excusa para la imposición del Tributo que se aplica sobre el valor catastral (IBI), sin tener en cuenta el año en que ha sido revisado: los propietarios a los que se le haya revisado hace poco pagarán, lo que supone una muestra más de injusticia y un agravio comparativo, que habría de conllevar por sí solo a la nulidad del Tributo. La revisión del IBI depende de cada ayuntamiento, que puede haber sido entre 2004 a 2016.

Y como colofón a esta tomadura de pelo, se ha rebajado a la zona uno, pero sin las ventajas de otras poblaciones, ya que no se ha hecho efectiva las tarjetas T-4 y T-Rosa, lo cual constituye un agravio comparativo con Barcelona, L´Hospitalet, Badalona, Santa Coloma, etc. Estas tarjetas ni están ni se las espera.

La falta de decoro por la ocultación de la fecha de la imposición del Tributo, a la espera de que pasaran las elecciones y la no aplicación de las tarifas sociales generales de la zona uno, es una muestra de la perversidad de estos políticos de saldo.

El cuento de la movilidad se rompe cuando los ciudadanos tenemos que desplazarnos a al centro hospitalario de referencia (Martorell), o para cualquier gestión en administraciones públicas fuera de la población y que estén en otras zonas (Sant Feliu).

En definitiva, este Tributo se ha impuesto única y exclusivamente para pagar los sueldos de los 52 asesores puestos a dedo que continuarán creciendo, porque hay que dar pesebre a los amigos y clientes. El dinero se les va en sueldos.

La nulidad del Tributo viene cuando a la AMB le resulta imposible justificar la finalidad del dinero recaudado, no amplían servicios, no prestan nuevos servicios. Lo más grave es que ni siquiera los tienen proyectados: es un Tributo indecoroso.

Y llegamos a lo más importante, en este Tributo cuya finalidad única es la movilidad, se aplica una doble fiscalidad: una por el cobro del Tributo y otra por el precio del billete. Se está pagando dos veces por un mismo concepto por viajar en transporte público.

¿Quién nos asegura que este Tributo no va a parar a los salarios millonarios de los cargos impuestos a dedo del Metro, Autobuses y Ferrocarriles (FFCC y Rodalies)?.

En cada uno de los 18 pueblos se han creado grupos contra el tributo. Había una serie de movilizaciones propuestas, entre ellas una concentración ante el Ayuntamiento de Barcelona, ya que la Presidenta del AMB es Ada Colau, pero el coronavirus lo ha impedido. Cuando pase esta situación se retomará.

Parece que algunas organizaciones políticas, sociales y ciudadanas han olvidado aquella frase que se decía cada año, para protestar contra las subidas de precios del transporte público: TRANSPORTE PÚBLICO GRATUITO.