Queremos una sanidad pública universal para todas las personas que habitan entre nosotros, sin diferencias de ningún tipo, que todos los seres humanos tengan una vida digna, y entre esta dignidad, no cabe duda que está el acceso a la sanidad y a las pensiones públicas.
Proponemos con nuestra lucha hacer todo lo posible para defender la sanidad y pensiones públicas, controlar el gasto, hacer posible una financiación autónoma y que la administración de los recursos públicos no sea una fiesta de lo privado.
Posiblemente uno de los mayores inventos de la humanidad sean la sanidad, la educación y las pensiones públicas que se ha venido desarrollando en algunos países desde mediados del siglo XX, y que debe extenderse al resto del mundo. Es una herramienta para la igualdad, la solidaridad y el apoyo mutuo.
En una sociedad que se llama avanzada no se puede permitir la pobreza, que haya personas que duerman en la calle o en los cajeros de los bancos (la gran labor social de la banca, financiada con dinero público), es un fracaso moral y ético para las personas con un mínimo de sensibilidad y amor al género humano.
La mala gestión de los recursos públicos, creemos que de forma intencionada para favorecer intereses privados, es lo que está llevando a un verdadero caos a la sanidad y pensiones públicas, y a los que deberían ser servidores públicos no se les ocurre otra cosa que recortes, privatizaciones, subida de impuestos, copagos y otras iniquidades sociales.